El camino de la vida, es abundante en señales, indicadoras del mejor rumbo para tus pasos. Esas señales no indican el mejor rumbo para el Ego sino para el Alma, de acuerdo al plan que diseñó para su viaje.
Ver las señales es desplazar la mente y permitir que las puertas de la percepción se abran, es animarse a veces a dar un salto al vacío, con la mente llena de preguntas e incertidumbres, pero con el corazón lleno de fe ciega en que lo que nos espera al final del desafío es siempre para el Bien Mayor, es saber aceptar el resultado y bendecir la experiencia y el aprendizaje que te ha dejado.
El camino no está libre de obstáculos ni exento de riesgos, pues en las decisiones que tomas está la riqueza. El Alma está viviendo su experiencia, pero no lo hace en soledad. Eres protegido y custodiado, y si lo permites, el lazo con tus Guías y Maestros puede hacerse cada vez mas estrecho y real a tus ojos humanos.
Reconocer tu unión con la Fuente al identificarte con la Divina Presencia en ti hace el camino mas facil, mas sincrónico y aprendes asi a ver la Perfección con lo que todo, absolutamente todo, sucede. Y encuentras asi la Paz de saber que no es necesario tener el control de nada, sino tan solo fluir con el Plan Mayor que tu Alma trazó, sabiéndote acompañado, guiado y cuidado.
Es justamente la desconexión de tu Amada Presencia lo que te deja solo, temeroso, inseguro, queriendo con tu pequeño ser luchar por controlar tu vida, y por el contrario, quedando a merced de los vaivenes de la misma, creyendo en la mala suerte de unos y la buena suerte de otros. Debes saber que no existe tal cosa. Eres tus propias creaciones y traes a tu presente las Bendiciones o desgracias que crees merecer.
Comienza a crear con Sabiduría, Conciencia y Amor, hacia todos, pero principalmente hacia ti mismo, creando una nueva humanidad de seres concientes y responsables de su Magia y sus manifestaciones. No hay víctimas. No hay verdugos. Deja de cumplir roles limitantes heredados, autoimpuestos, o aprendidos y comienza a liberar esas viejas creencias arraigadas tan profundamente que terminas creyendo que son reales y defendiendolas aun en tu contra. Comienza a ver con claridad, todo lo nuevo que se te está mostrando con alevosía, comienza a discernir desde el corazón, y a soltar en paz contigo mismo todo aquello que descubres que no nos pertenece, comienza a alivianar la carga, a viajar ligero, a vaciarte para poder recibir todo lo bello que ya está aquí. Vive en conexión con tu Sagrado Corazón y deja que los ojos de tu Ser vean por ti la Verdad en los ojos de los demas, el Amor en la Esencia de todo, vive sabiendote digno merecedor de todas las maravillas que el Universo tiene para brindarte. Se y permite Ser.
